
PÁTZCUARO, Michoacán.- Con una inusual rapidez fue borrado el mural realizado por un grupo de diez jovencitas que participaron en el Campamento de la Paz, que se llevó a cabo en las instalaciones del centro cultural Antiguo Colegio Jesuita, del 7 al 13 de agosto. El mural fue pintado en una barda de la avenida Lázaro Cárdenas, entre el 11 y 13 de agosto, y fue borrado por orden del presidente municipal Víctor Báez Ceja, el lunes 14 del mismo mes.
Los Campamentos de la Paz son una forma interdisciplinaria de trabajo de un colectivo de artistas internacionales denominado Grupo La Bufon SOSial, que vienen poniendo a prueba una metodología diseñada para situaciones de conflictos violentos que han amenazado la seguridad pública y la paz en nuestro país y otros.
Para mayor información, “La Bufón S.O.S.ial es un colectivo itinerante de artistas de todo el mundo que trabajan como embajadores de paz en zonas de conflicto. Teniendo presente que la enseñanza/aprendizaje no se ejerce de forma jerárquica, sino que es una práctica recíproca, se trabaja con la memoria colectiva desde la creatividad de los niños y jóvenes.”
Para el caso del campamento de Pátzcuaro vino un grupo de seis artistas de la ciudad de México. En Pátzcuaro fue el primer campamento; y en Michoacán, Cherán ya lleva realizados tres campamentos, habida cuenta que ese municipio tiene una vida política muy singular e interesante en la defensa de sus recursos naturales.
El Campamento de la Paz de Pátzcuaro trabajó a través del tema del lago de Pátzcuaro y su problemática ambiental; se contemplaron dos productos finales de los talleres que se llevaron a cabo: una obra de teatro y un mural; la obra de teatro se presentó en el propio Antiguo Colegio Jesuita y el mural se pintaría a partir del viernes 11 de agosto, pero vaya Usted a saber la suerte que tuvo.
Ésta es la cronología de la breve vida del mural de las diez entusiastas jovencitas que participaron en el Campamento de la Paz de Pátzcuaro:
Los organizadores del evento habían localizado en la avenida Lázaro Cárdenas el muro que les pareció idóneo y solicitaron permiso a su dueño, el cual dio su anuencia.
El viernes 11 de agosto por la mañana diez niñas adolescentes muy entusiastas iniciaron la labor de trazado y pintado del mural.
Horas después llegó personal de la presidencia municipal a solicitar el permiso para pintar el muro; se les explicó que se pensó que sería suficiente la autorización del propietario de la barda, razón por la cual no se había hecho la solicitud a la autoridad municipal correspondiente.
El o los oficiales les recomendaron a los artistas y grupo de niñas hacer de inmediato la solicitud.
Era el día del segundo informe de gobierno, razón por la cual no encontraron abierta la oficina.
Horas más tarde buscaron al presidente municipal en el restaurante donde celebraban el evento del II informe, y al enviado a entrevistarlo, el presidente Báez le hizo saber que ya estaba al corriente del asunto y que la respuesta era que el mural sería borrado.
Sin embargo, a todo esto el mural apenas estaba en proceso, pero ya tenía sentencia de muerte, pues era el viernes 11 de agosto, primer día del trabajo del mural, así que todavía trabajaron el sábado y parte del domingo. Ese día el mural quedó concluido por la tarde y fue inaugurado junto con los niños y padres de familia, por los artistas del grupo La Bufon SOSial, integrado por los mencionados seis artistas de la Ciudad de México.
Concluida su labor la tarde del domingo 13 de agosto, los artistas regresaron a la Ciudad de México sin saber que unas horas después su obra y la de las niñas adolescentes sería borrada por órdenes del alcalde.
El incomprensible atentado contra el esfuerzo artístico de las diez niñas del Campamento de la Paz de Pátzcuaro, da para al menos unas cuantas preguntas y reflexiones.
Las niñas y sus padres preguntan: los rayones y grafittis que llevan meses en bardas de esa misma avenida, ¿tienen permiso del Ayuntamiento? Si no, entonces por qué la súbita saña contra el esfuerzo artístico colectivo de niñas que participaron en un Campamento de la Paz, cuyo objetivo es trabajar en cómo procesar las situaciones de conflicto. Vaya tarea inmediata que las niñas han debido enfrentar: ¡cómo digerir el conflicto que les causa esa acción autoritaria del presidente municipal!
En el campamento, las niñas hoy ofendidas por la autoridad municipal, aprendieron lo que les enseñaron sobre el procesamiento de las tres C: coraje, compasión, creatividad, elementos que el grupo La Bufón tiene como necesarios para hacer realidad sus objetivos. Es obvio que las jovencitas deben tener un coraje inmenso al ver destruida su obra; les habrán enseñado que hay que tener compasión, ¿por quién?, ¡por quien no supo lo que hacía!; la pregunta final es: ¿qué tipo de creatividad pensarán aplicar para el caso insólito contra su mural?
Para quienes no tuvimos la suerte de ver el mural, sus autores lo han rescatado en fotos y hasta con un breve video, cuyo enlace puedes ver dando clic aquí