Alejandro Martínez Castañeda
Morelia, Michoacán, 24 de enero de 2024.- Existe un sesgo de género en encuestas sociodemográficas que refuerza los estereotipos machistas y demeritan el papel de liderazgo que juegan numerosas mujeres, en una cantidad importante de los hogares mexicanos, aseguró la investigadora Claudia Stefanie Serna Hernández.
La egresada de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Claudia Stefanie Serna Hernández, estudiante de posgrado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, llegó a la anterior conclusión en su trabajo académico titulado: “La jefatura del hogar en las estadísticas sociodemográficas en México: un análisis desde la perspectiva de género”.
Con dicha investigación, Serna Hernández obtuvo el grado de Especialista en Estudios de Género y fue postulada para obtener la medalla Alfonso Caso, que otorga la UNAM a las mejores tesis de posgrado.
“La metodología para elaborar las estadísticas sociodemográficas en nuestro país requiere de revisión a fondo y un replanteamiento con perspectiva de género, toda vez que actualmente los datos que se recaban y su interpretación tienen un sesgo que refuerza los estereotipos machistas y demeritan el papel de liderazgo que juegan numerosas mujeres, en una cantidad importante de los hogares mexicanos”, afirmó la investigadora en una entrevista difundida por la UNAM.
Hay una deformación histórica y cultural en la manera y los métodos que se utilizan para levantar los censos demográficos, los cuales es indispensable cambiar y actualizar, ya “que hay una tendencia de género en el levantamiento de las encuestas sociodemográficas al utilizar el concepto de jefatura del hogar, que forma parte central de las preguntas que se realizan en los ejercicios de este tipo aplicados en la nación, el cual incide en la interpretación de los resultados”, estableció.
Para la especialista, los conceptos jefa y jefe del hogar no pueden considerarse como sinónimos, porque detrás de ello hay un régimen de género que define de una forma a ellas como deficitarias, con hogares carentes de una figura masculina; y a los varones los considera proveedores y protectores.
Serna Hernández puntualizó “que la categoría de jefe del hogar no toma en cuenta otros factores fundamentales que tienen que ver con el papel de la mujer, como las aportaciones del trabajo no remunerado o el afectivo y de cuidados”.
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