*Artículo de opinión
El consejo consultivo de Morena de Pátzcuaro acaba de hacer llegar un comunicado a la Comisión Nacional de Elecciones, del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, para expresarle su inconformidad y rechazo a la incorporación de más presuntos precandidatos a las denominadas coordinaciones de organización municipal, local y federal, con miras al proceso electoral del 2018. Ello violando su propia normatividad al respecto de las elecciones internas, aparte de que totalmente fuera de tiempo y forma.
Rescato de las 50 propuestas para el renacimiento de México que circula en el número 19 del periódico Regeneración, de septiembre 2017, la propuesta número 9, que dice: “Se establecerá una verdadera democracia. No habrá imposición, compra de votos, trampas ni fraudes…” Por desgracia lo que en la andanada de candidaturas extemporáneas se está viendo es una actitud antidemocrática con el uso de artilugios tramposos que sólo se podrían calificar de fraudulentos y que buscan finalmente hacer efectivo un fraude a los militantes que de buena fe vienen trabajando para Morena.
Queda claro que hay al menos dos maneras de entrar a Morena: por la puerta del frente, que dice: “Morena, la esperanza de México” o por la puerta de atrás, cuyo letrero no se puede leer porque se llega en la oscuridad, a hurtadillas, para que no se den cuenta los que ya entraron por la puerta del frente. Lo peor es que los que llegan por la puerta de atrás vienen investidos no sólo con los mismos derechos, sino con privilegios exclusivos.
Flaco favor le hace la burocracia de Morena a Andrés Manuel López Obrador y a su proyecto alternativo de nación, hecho suyo ya por millones de mexicanos, restándole credibilidad al proceso de elección interna, poniéndose al tú por tú con la falta de credibilidad de que ya gozan los demás partidos y las clases políticas que los regentean al margen de la sociedad. En el téte a téte de los morenistas de a pie con los ciudadanos en calles, plazas públicas y en el casa por casa, sale a relucir la incredulidad y el desprestigio de la conocida clase política, que los lleva a desoir el mensaje sobre el cambio verdadero que encarna el plan alternativo de nación de Amlo y Morena. El todos son lo mismo, todos son iguales, hace tabla rasa aún con el nuevo partido, Morena, que se esfuerza por parecer diferente y argumenta con su primera vez en las urnas para una elección presidencial, y al final negocia al menos hacer valer el beneficio de la duda, etcétera.
Y en ésas, la comisión nacional de elecciones de Morena nos sale en Pátzcuaro con que pretende entronizar al presidente municipal en funciones, del PRD, Víctor Báez, como presunto candidato a diputado local; y si no él, al menos alguno de dos de sus cercanos colaboradores en la administración municipal, Rachid González Parra y Ubaldo Rangel; y si no ninguno de ellos, al menos alguno de los otros siete igualmente extemporáneos, para competir con los que en tiempo y forma integran desde septiembre la terna designada en el comité ejecutivo estatal de Morena.
Y en ésas, también nos sale la CNE de Morena con la propuesta en Pátzcuaro de la ex presidenta municipal (2005-2007) Mercedes Calderón, panista, ex directora del CREFAL (2008-2017), que desesperada no quiere dejar de ser servidora pública con el partido que sea, la ideología es lo de menos. Y con ella, otras tres propuestas para competir con las tres ciudadanas que en tiempo y forma fueron designadas precandidatas a la coordinación de organización municipal.
Al respecto del crecimiento de Morena, Luis Hernández, articulista de La Jornada (21/11/2017), escribió: “No todo el momento de Morena transcurre sobre hojuelas. Su crecimiento, notable en cualquier región de México y entre las diversas capas sociales padece un asedio de oportunistas que bien pueden contaminar su nueva imagen ante la sociedad…”
Tenemos que ser claros en el mensaje a la sociedad para convencerla de que el cambio verdadero va en serio (o no tanto). Por ello, si se quiere emprender una lucha a fondo contra la corrupción, invítese a los honestos; si se quiere organizar la batalla contra una clase política que desvirtuó la función pública al convertirla en negocio privado, invítese a los comprometidos y honestos; si va a haber una lucha abierta contra la simulación en la representación política y social, que se abran las puertas a la gente comprometida, con trayectoria social; si se va a combatir la ineficiencia en el ejercicio de la función pública, invítese a la gente preparada, comprometida, honesta.
Si no se trata de eso, de una reconstrucción a fondo de la vida política del país, sino sólo de que Morena crezca, sea al costo que sea, no hay por qué oponerse a que una rama importante del PRD se apodere del cuerpo y el alma de Morena en Michoacán. Nada menos que el grupo del ex gobernador Leonel Godoy Rangel, que entró por la puerta de atrás y acaba de dar muestra pública, inocultable ya, de su poder dentro de Morena, al incorporar de manera extemporánea, contra todas las formas, a su gente en las precandidaturas a los cargos de elección popular, bajo las denominaciones de coordinadores de organización para todos los órdenes de gobierno.