PÁTZCUARO, Michoacán.- Un duro golpe a la economía de los prestadores de servicios turísticos y a la captación de recursos para la zona lacustre, significaría la suspensión de la Noche de Muertos, uno de los eventos más importantes de la región, alertaron hoteleros, restauranteros, artesanos y comerciantes en general.
El anuncio realizado por el alcalde patzcuarense, Víctor Báez Ceja, en el sentido de que, si no disminuyen los contagios de COVID 19, es posible que no se lleve a cabo dicha celebración, la cual cada año convoca a miles de turistas. Hasta el día de ayer, Pátzcuaro tenía confirmados 394 casos por coronavirus, y 28 defunciones, manteniéndose en bandera amarilla.
Después de casi 5 meses de que comenzó la emergencia sanitaria, la ciudad del lago, con una marcada vocación turística, ha resentido los estragos por la ausencia de turistas, pues, según estimaciones de los propios prestadores de servicios turísticos, la actividad decayó hasta en un 90 por ciento respecto del año anterior.
“Ahora, ante la posibilidad de que no se celebre la Noche de Muertos, el panorama luce muy desolador para numerosas empresas turísticas y para miles de personas que dependen del turismo para obtener un ingreso”, comentó un gerente de un restaurante del Muelle General.
Aunque la determinación de llevar a cabo dicha tradición milenaria no se ha tomado por parte de las autoridades locales y estatales, “pues falta ver cómo evoluciona la pandemia en las próximas semanas, y ello depende, en mucho, del comportamiento de la ciudadanía sobre las medidas de prevención que debe seguir para evitar los contagios”; existe preocupación entre el sector turístico, ya que esta celebración significa una importante derrama económica para este Pueblo Mágico.
“En 2019, cerca de 300 mil turistas acudieron a celebrar la Noche de Ánimas, la derrama económica generada fue superior a los 250 millones de pesos”, remarcó el Báez Ceja.
“La Noche de Ánimas es una de las tradiciones más importantes de México y de América Latina, en la cosmovisión purépecha es el retorno de las ánimas de los difuntos, quienes regresan al mundo de los vivos. Además, es considerado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
