FOTOS PEDRO CUSTODIO
CUANAJO, MUNICIPIO DE PÁTZCUARO, Michoacán.- La celebración de Ofrenda a las Ánimas” (Ánimeecheri k’ejtsïtakua en purépecha), conocida popularmente como “Día o Noche de Muertos” se vive de forma particular en Cuanajo, una de las comunidades más grandes de Pátzcuaro, que aún guarda una tradición ancestral para rendirle culto a sus muertos: sus altares de muertos no son los tradicionales. Un caballo artesanal le pone el sello de este pueblo.
Este día en la plaza principal del pueblo, ya se ha instalado un caballo de aproximadamente 12 metros de altura, que representa una ofrenda de muertos colectiva, ya que la comunidad colabora para su elaboración. La figura del caballo está constituida por pequeños muebles, fruta y flores de cempasúchil.
En Cuanajo la tradición de Noche de Muertos se celebra de una manera diferente, ya que aquí se colocan ofrendas en las casas de los familiares de aquellas personas que fallecieron en el último año, y con un arco de flores de cempasúchil en la puerta se anuncia a la comunidad que ahí pueden llegar a visitar al difunto. Todos aquellos visitantes llegan con una figura de caballo elaborada en madera, la cual es adornada con flores de cempasúchil pero también con fruta de la temporada y pan, en forma de agradecimiento por ser parte de la velación.
La figura del caballo de madera, según cuentan los propios habitantes de Cuanajo, ayudará al alma del difunto a cargar todo lo que le fue depositado en la ofrenda, la cual también es decorada con velas, flor de cempasúchil y alimentos que le gustaban en vida a la persona.
