Municipios de Michoacán: el reto de pasar del impulso inicial al fortalecimiento del cooperativismo
- REDACCIÓN
- hace 23 horas
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Por: Alejandro Martínez Castañeda
El cooperativismo emerge como una alternativa de desarrollo económico y organización social en Michoacán, donde diversos municipios han iniciado esfuerzos para impulsar este modelo basado en la solidaridad y la participación democrática. Sin embargo, el verdadero desafío consiste en transitar de la promoción inicial hacia la consolidación de estas empresas sociales.
Fundamentado en el artículo 25 constitucional y la Ley General de Sociedades Cooperativas, este modelo representa un componente esencial de la economía social y solidaria. A nivel municipal, el artículo 115 constitucional y la Ley Orgánica Municipal facultan a los gobiernos locales para fomentar el desarrollo económico y respaldar iniciativas productivas de carácter cooperativo.
En años recientes, municipios como Turicato, Tuzantla, Juárez y otros de la región Oriente y Tierra Caliente michoacana, además de la capital estatal, han promovido la organización de mujeres y productores locales mediante la capacitación y constitución de cooperativas.
Este impulso inicial ha contado con la colaboración fundamental de organizaciones sociales especializadas, entre las que destaca la Unión de Cooperativas de Michoacán "Lázaro Cárdenas del Río", así como dependencias del gobierno estatal y federal, que han proporcionado formación, asesoría y apoyo en comercialización.
La experiencia en el terreno revela que numerosos ayuntamientos concentran sus esfuerzos en la fase de formación -impartición de talleres, constitución legal y entrega de actas-, pero carecen de estrategias de seguimiento, fortalecimiento técnico o acceso a mercados para asegurar la sostenibilidad de las cooperativas.
Como señaló la Unión de Cooperativas "Lázaro Cárdenas del Río", "el verdadero reto no está en crear más cooperativas, sino en acompañarlas hasta que sean autosustentables y capaces de transformar la economía local".
De acuerdo con especialistas, para consolidar este modelo los municipios requieren avanzar en los siguientes aspectos:
• Implementación de programas municipales de economía social con personal capacitado y presupuesto específico
• Asesoría técnica y administrativa continua para cooperativas activas
• Creación de espacios permanentes de comercialización e inclusión en ferias locales
• Vinculación efectiva con programas estatales y federales para financiamiento e innovación
• Establecimiento de esquemas de compra pública local que privilegien productos o servicios de cooperativas
El principal desafío no es jurídico, sino de voluntad política y visión de desarrollo. Muchas administraciones municipales priorizan obras de corto plazo y perciben el cooperativismo como un proyecto de largo alcance que no genera réditos político-electorales inmediatos.
Asimismo, la discontinuidad entre administraciones frecuentemente trunca proyectos prometedores. La solución radica en institucionalizar el apoyo mediante su incorporación en planes municipales de desarrollo y la creación de dependencias técnicas especializadas, evitando que dependa exclusivamente de la figura del alcalde en turno.
La promoción más efectiva no se da a través de acciones aisladas, sino de una política pública integral y transversal que utilice de manera coordinada las facultades reglamentarias, fiscales, de contratación de servicios y de planeación para crear un ecosistema robusto que permita nacer, crecer y consolidar a las empresas cooperativas en el territorio municipal.
El cooperativismo representa más que una forma de producción: constituye un mecanismo para construir comunidad, distribuir equitativamente los beneficios del trabajo y fortalecer la confianza social. Al respaldar decididamente a las cooperativas, los municipios michoacanos tienen la oportunidad de impulsar una economía basada en la cooperación y la autogestión, elementos clave para un desarrollo más justo y sostenible.
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