A las mujeres de Michoacán A la sociedad michoacana Al Gobernador del Estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo Al Fiscal General del Estado, Adrián López Solís Al Fiscal Regional de Coalcomán, Enrique López Hernández Al Fiscal Regional de Zitácuaro, Francisco Herrera Franco Con gran pena, las mujeres que integramos Colectiva Itsï, de Pátzcuaro, nos hemos enterado de los terribles asesinatos de Anahí y Liz ocurridos en Tepalcatepec, Michoacán, y confirmados este lunes 28 de junio. Apenas ayer se encontraba también el cuerpo sin vida de Danna, en Zitácuaro, con huellas de violencia. Son tres feminicidios en Michoacán en menos de dos días. El feminicidio es la máxima expresión de la violencia que sufrimos las mujeres por el sólo hecho de serlo. Esta posibilidad, mórbida y enfermiza, de disponer de nuestros cuerpos y nuestras vidas, se encuentra justificada por un sistema social en el que el sexo con el que nacen las personas influye de manera directa en el valor subjetivo que les asignamos.
Y las mujeres llevamos la peor parte. Cuerpos de mujeres que fueron primero desaparecidas y luego abandonadas, como si sus vidas no importaran. Las mujeres vivimos inmersas en un contexto violento, inmersas en familias y relaciones violentas, en las que al parecer nuestra única culpa es ser mujeres. Estamos cansadas y llenas de rabia de vivir con miedo, de enterarnos sobre más hermanas asesinadas, de pretender no sentir terror de ser la próxima, de no poder realizar nuestras actividades en paz, de no poder habitar las calles y otros espacios públicos, de que nuestra vestimenta o apariencia se interprete como justificación de la violencia machista, de vivir sometidas al terror de un Estado patriarcal en el que todas y todos —sociedad civil, sociedad civil organizada y el aparato institucional de la administración pública— tenemos responsabilidad. Como mujeres que vivimos en Michoacán y en México, estamos en peligro de no aparecer un día, de no volver a nuestras casas, de ser halladas sin vida y con signos de violencia, por lo cual el Estado tiene la responsabilidad de garantizar nuestra seguridad y una vida libre de violencia porque, por el simple hecho de ser mujeres, se está pisoteando nuestro derecho más básico, que es la vida. Al Gobernador del Estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, le exigimos que ejecute todas las acciones necesarias para garantizar la vida libre de violencia para las mujeres michoacanas, tal como se lo demanda la ley homónima. En Usted, en tanto jefe del gobierno estatal, reside la responsabilidad mayor de salvaguardar nuestra integridad y nuestras vidas. Al Fiscal General del Estado de Michoacán, Adrián López Solís, al Fiscal Regional de Coalcomán, Enrique López Hernández, y al Fiscal Regional de Zitácuaro, Francisco Herrera Franco, exigimos el esclarecimiento inmediato de los feminicidios de Anahí, Liz y Danna; que la investigación y el proceso consecuente se realicen con una estricta perspectiva feminista, y que se haga justicia para ellas, sus familias y sus seres queridos. Estamos hartas de la impunidad. Pátzcuaro, Michoacán, a 28 de junio de 2021. ¡Ni una muerta más en Michoacán! Ni una menos, ¡vivas nos queremos! Gobierno de Michoacán Fiscalía General del Estado de Michoacán