Por Gabriela Pérez
SAN FRANCISCO URICHO, Erongarícuaro. - Durante la celebración de la Feria del Maíz en la comunidad de San Francisco Uricho, en el municipio de Erongarícuaro, la comunidad inauguró la Casa de Semillas en la que se encontrarán diversas variedades de semillas criollas, con la finalidad de evitar que se pierdan entre el uso que existe actualmente de la semilla híbrida y la cantidad excesiva de químicos en las tierras.
Carmen Patricio, técnica de proyecto de agrobiodiversidad destacó la iniciativa para bien de la comunidad "motivamos y apoyamos en la organización e instalación de la casa de las semillas, con el objetivo de que la comunidad tenga un espacio para que se conserven las criollas con las que se alimentan", puntualizó.
Miembros del comité de la Casa de Semillas así como integrantes del programa explicaron que la intención de este banco es rescatar las semillas criollas propias de las comunidades para de este modo evitar que llegue el momento que desaparezcan por completo y que los agricultores sean dependientes de las semillas híbridas, así mismo explicaron que se han dedicado a la elaboración de fertilizante natural o abono, esto para evitar que la cosecha de los diferentes productos se vea afectada por el exceso de químicos, para mejorar la tierra que ha sido contaminada por años, pero sobre todo porque los precios excesivos del material utilizado, tal es el caso de los fertilizantes químicos, no les da otro camino, y se resisten a abandonar el trabajo de agricultores.
Después de la inauguración de la casa de las semillas se realizó una proyección de documentales sobre el mismo tema para posteriormente seguir con el tradicional juego de pelota, Uarukua Chanakua, en la plaza principal.
Otras actividades realizadas y a las que asistieron varios participantes de distintos lugares fue el taller de elaboración de atrapasueños y el taller de hojas, ambos impartidos por jóvenes de la comunidad, así como juegos autóctonos como Kuilichi Chanakua.
A lo largo de estas actividades se estuvieron ofreciendo alimentos elaborados a base de maíz y otras semillas y alimentos que ofrece la tierra en la comunidad, desde un rico atole de grano, atole negro, atole agrio con pipián, atole blanco, pozole, pinole, hasta unas deliciosas gorditas y quesadillas elaboradas en el lugar rellenas de nopales, champiñones, rajas, y otros alimentos.
Así mismo, se ofrecía una deliciosa agua de alfalfa y helado de elote, y el tradicional y riquísimo chical.
En el lugar también se ofrecían los productos de los agricultores, desde maíz, frijol, calabaza, y algunos árboles frutales. Para finalizar el evento se presenció la tradicional danza de los viejitos catrines, integradas por niños, jóvenes y adultos.
La agricultura es uno de los trabajos y oficios más antiguos de diferentes culturas, incluyendo la purépecha, pero también ha sido uno de los más descuidados por los diferentes gobiernos. El apoyo a este tipo de actividades y programas sin duda es vital para cada uno de los involucrados en este trabajo.
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