MORELIA, Michoacán.- Ante la tentativa de aumento en las tarifas de transporte público, ciudadanos de la capital del estado mostraron su inconformidad arguyendo que el servicio “sigue siendo pésimo”, a pesar de las promesas que se han hecho por mejorarlo cada que se decreta un incremento.
Al respecto, Marisela Cruz, ama de casa, rechazó el probable incremento de 7 a 8.5 pesos en las tarifas del transporte público, ya que ello representaría un golpe a la economía de miles de familias morelianas que usan frecuentemente tal servicio.
Recordó que cuando se dio el aumento de 6 a 7 pesos “las autoridades anunciaron que a cambio de este incremento se daría un mejor servicio, lo cual no ha sucedido, ya que los choferes siguen conduciendo a altas velocidades sin el más mínimo respeto por las personas que llevan en sus unidades”.
“Es cotidiano que las combis de casi todas las rutas se correteen unas con otras, y que provoquen incluso accidentes”, destacó por su parte Alfredo Cuevas, estudiante universitario.
Deploró que ante estas anomalías, las autoridades “parece que hacen mutis”, pues los conductores del servicio siguen haciendo lo que quieren.
Por su parte, María Sánchez, de 70 años, aseguró que no se respeta el cobro de 6 pesos a las personas de la tercera edad como quedó establecido en su oportunidad: “me cobran 7 pesos, cuando yo había escuchado en la radio que la gente mayor tiene un descuento”.
Agregó que por lo regular es víctima del mal servicio, pues son frecuentes los arrancones y enfrenones. Por ello, “y porque soy de condición humilde no estoy de acuerdo con que suban las cuotas”, remató.
En tanto, un empleado de una empresa de Ciudad Industrial, dijo que para él el gasto que hace para ir y venir a su trabajo representa un porcentaje considerable de su ingreso: “me gasto un 30 por ciento de mi salario, pues tomo dos combis para ir y otras dos para regresar a mi casa”, por lo que rechazó un eventual aumento del servicio.
No nos queda de otra
Por su lado, un chofer de la ruta gris 1, quien omitió su nombre, reconoció: “tenemos que andar correteándonos para ganar más pasaje y así obtener más dinero y poder pagar la cuenta que nos exige el patrón, cargar combustible y que sobre algo para nosotros; no nos queda de otra”.
“Yo no soy dueño de la combi que manejo, ni tengo alguna concesión de transporte, como la mayoría de mis compañeros, entonces tengo que hacer lo posible por sacar para mi familia”, justificó el trabajador del volante.